Los radioprotectores pueden modular favorablemente estos procesos de daño tan intensos. Los radioprotectores existentes son significativamente tóxicos y no fácilmente administrables por vía oral y en forma repetida. Esto dificulta su uso en emergencias nucleares masivas. También se ensayarán potenciales compuestos radioprotectores menos tóxicos y utilizables para pre- y post-exposición, utilizables en casos de exposición sostenida en el tiempo y de administración oral. Las consecuencias dañinas de estos ataques a moléculas críticas generan productos químicos en el cuerpo que luego pueden excretarse por orina y así poder evidenciar el daño causado. Es posible hacer la detección y cuantificación de estos productos para efectuar un biomonitoreo de exposición empleando una muestra que es fácil y no invasiva, siendo muy importante en casos de muchas personas potencialmente expuestas. Es importante desarrollar métodos automáticos, específicos y sensibles. Se desarrollarían además, otros procedimientos menos específicos pero más rápidos que permitirían descartar casos de no expuestos.