Los humedales de la cuenca del R. Paraná brindan importantísimos bienes y servicios que garantizan la calidad de vida de las poblaciones, mientras que las actividades humanas no sustentables que en ellos se asientan, están degradándolos seriamente. El objetivo principal de esta línea de investigación es evaluar la calidad del agua en diferentes sitios del río y en cuencas tributarias del Bajo Paraná, entre Rosario y Buenos Aires mediante el análisis integrado de parámetros fisicoquímicos y ecotoxicológicos.
La ecotoxicología contempla el estudio de los efectos biológicos de los xenobióticos sobre especies representativas de los ecosistemas. Los bioensayos de toxicidad constituyen una herramienta sumamente útil para evaluar la salud ambiental de un ecosistema y el riesgo potencial a la exposición de sustancias químicas de diverso origen, facilitando la toma de decisiones ante los problemas planteados por la contaminación. En los últimos tiempos hubo un creciente interés en los biomarcadores que disparan alertas tempranas sobre cambios adversos en los ecosistemas. Los mismos son muy utilizados dado que permiten caracterizar muestras complejas.
Los anfibios son muy utilizados en bioensayos de toxicidad, ya que son valiosos indicadores de calidad ambiental con alta sensibilidad a los cambios en su hábitat, debido a su ciclo de vida bifásico, la alta permeabilidad de sus epitelios, su alta eficiencia de conversión de energía y alta tasa de bioacumulación comparada con otros organismos de su mismo nivel trófico. Hace más de 50 años se viene alertando sobre la importante declinación de las poblaciones de anfibios a nivel global, y un aumento en la incidencia de malformaciones, siendo la contaminación una de las principales causas. Particularmente Rhinella arenarum, es un anfibio autóctono, presente en la zona de estudio donde se la identificó como una de las especies con mayor incidencia de malformaciones.