Dentro de esta primera línea se desarrollan dos técnicas metodológicas:
Muchas áreas del conocimiento científico se han beneficiado de la aplicación creativa de las fuentes y técnicas englobadas bajo el nombre de “Big Data” y “Machine Learning”. Sin embargo, las ciencias sociales argentinas no parecen haber hecho aún un uso extensivo de las mismas. Las redes sociales, particularmente, se presentan como una fuente de información que, si bien afectada por diversos sesgos que van desde la cobertura de sus “universos” respectivos hasta la existencia de grandes cantidades de datos perdidos, permite dilucidar algunas de las dinámicas y procesos que se desarrollan en las sociedades contemporáneas.
Twitter ha servido para la detección de comunidades de migrantes y la medición de su grado de integración en las zonas de recepción. También ha sido utilizado para la detección de las redes que se forman entre los usuarios ante un acontecimiento político de gran envergadura (como, por ejemplo, la muerte del Fiscal Nisman): los resultados muestran la generación de redes de contactos polarizadas en función de los alineamientos políticos alrededor del hecho. Facebook ha servido como fuente de análisis similares en términos de la detección de redes con elevados grados de polarización y el impacto que sobre ellas tienen las “fake‐news”. Se han empleado técnicas de minería de texto y Procesamiento de Lenguaje Natural para la detección de tópicos en producciones literarias, para la detección de temas de agenda en medios gráficos, para la detección de enfermedades mentales e incluso para el análisis de temas en proyectos de leyes parlamentarias.
El uso de datos en gran volumen está permitiendo la generación de nuevas fuentes para los estudios urbanos y para los de desigualdades múltiples: se han diseñado nuevas mediciones de desigualdad basadas en el cálculo de métricas de accesibilidad a centros de salud, educativos, a
núcleos de servicios y a grandes centros urbanos. La detección de asentamientos informales en base a imágenes satelitales, también es una nueva herramienta. Finalmente, Big Data y Machine Learning, impactan también en las etapas de preprocesamiento y limpieza de los datos. Es posible utilizar estas técnicas para imputar datos perdidos en encuestas e incluso para generar codificaciones automáticas de fuentes hemerográficas.
Entendemos la etnografía como un enfoque integral (método, teoría y texto) que permite realizar acercamientos desde la experiencia con los propios actores. En este marco las etnografías se vieron afectadas e interpeladas por lo digital, surgieron así las etnografías virtuales y las etnografías digitales (digital ethnography) o “de lo” digital que reflexionan sobre los cambios que aportan las nuevas herramientas electrónicas interactivas en el marco de los enfoques metodológicos tradicionales y “experimentales”. Un tiempo antes Georges Marcus (1995) planteaba a las etnografías como multilocales siguiendo a los sujetos en el sistema mundo, idea que este autor retoma a la luz de las tecnologías de la información digital para pensar nuevas formas de colaboración y experimentación etnográfica tanto teóricas como metodológicas. La mayoría de estas aproximaciones intentan superar la fascinación por los aparatos tecnológicos historizando sus modos de construcción, visibilizando sus intereses socio‐técnicos, exotizando lo cotidiano digital, reflexionando sobre su posible agencia en las interacciones con humanos. Así, para la investigación, los desafíos se presentan desde el momento de la definición, entrada, exploración y desenvolvimiento en un campo virtualizado, hasta la construcción de etnografías en nuevos formatos, sin olvidar la problematización de la participación de investigadores y actores sociales en entornos cambiantes y complejos.
La etnografía de lo digital es un trabajo de inventiva metodológica, un banco de pruebas experimental de los métodos convencionales y vernáculos que propone cierta reconstrucción experiencial que permita el mayor acercamiento posible al punto de vista de los actores bajo estudio y al contexto estudiado, de manera que lo virtual y remoto se complemente de múltiples formas con lo presencial.
Diversos sistemas se transforman en apoyo (en mayor o menor grado) para la toma de decisiones cotidianastanto a nivel individual como colectivo. Esto supone un incremento del peso de los procesos deautomatización de estas decisiones: se delegan consumos culturales (como música o cine) en diferentes sistemas de recomendación de muchas aplicaciones de streaming. También, se delega en aplicaciones de georreferenciación y tráfico la elección de rutas y caminos a seguir. Las empresas comienzan a automatizar filtros de candidatos y postulantes a empleos mediante aplicaciones de inteligencia artificial. Los sistemas de moderación de las redes sociales como Facebook o Twitter filtran los mensajes y posteos que los usuarios pueden ver. ¿Qué impactos tienen estos procesos de automatización en las diversas dimensiones de la vida social y política?
Dentro de esta segunda línea de trabajo se desarrollan los siguientes temas:
Los cambios del ecosistema cultural con la emergencia de pantallas móviles, plataformas y redes sociales transforman el entorno de nuestra vida cotidiana. El entorno virtual y las redes inciden en la forma en que creamos y consumimos cultura, en nuestros vínculos con otras personas, en las maneras de estudiar y trabajar, en los modos de informarnos y entretenernos. En un mundo cada vez más conectado y digitalizado, esta área de investigación aborda estas diferentes dimensiones que dan forma a la sociedad contemporáneay que plantean nuevos desafíos tanto a las ciencias sociales como a la cultura democrática. Este tema se enfoca en el estudio interdisciplinario de las redes, el entorno digital, la cultura y los medios de comunicación, abordando cuestiones fundamentales que van desde la influencia de las redes sociales en la opinión pública hasta la transformación de la narrativa en la era digital. Una de las cuestiones clave sobre este tema es cómo las redes sociales y las plataformas de comunicación digital están moldeando la forma en que las personas se relacionan, comparten información y participan en la esfera pública. Desde esta perspectiva se explora la interacción entre la cultura digital y la producción artística, literaria y cultural, así como las formas en que la tecnología está dando lugar a nuevas expresiones creativas. En cuanto a los medios de comunicación y el periodismo, es relevante el impacto de la digitalización y la automatización en las rutinas periodísticas, en la medición de audiencias y las formas de viralización de contenidos.
Desde esta perspectiva se propone abordar la complejidad del paradigma digital dominante desde los estudios de género y feministas. El pacto social entre el capitalismo digital y el hogar patriarcal, que no solo se expresa en la profundización de las desigualdades en clave Norte‐Sur, sino que potencia una movilización incesante del trabajo no remunerado y bajo condiciones precarias de las mujeres y cuerpos feminizados. En las cadenas de valor extractivas de la economía de los datos, el conocimiento incorporado y encarnado es suplantado por la inteligencia despersonalizada de las máquinas. A su vez, resulta clave el análisis en torno a la creación de infraestructuras digitales públicas (cuidados, educación, seguridad social) y el debate en torno a los datos como bienes comunes.
Asimismo, este tema aborda las implicancias de las políticas de vigilancia, que se han apropiado de las proezas de la tecnología y de la IA, para clasificar las corporalidades y excluir a ciertas poblaciones (migrantes, mujeres, poblaciones racializadas, personas LGBTIQ+, etc.), en particular, a quienes defienden los derechos humanos. Se enfoca en el análisis de las arquitecturas digitales desde una perspectiva de la justicia digital feminista.
En años recientes, asistimos a una profunda transformación en el mundo del dinero y las finanzas a partir dela emergencia y multiplicación de nuevas monedas y tecnologías financieras digitales: desde la invención de las criptomonedas y el mobile money, la creación de un sinfín de plataformas financieras que permiten pagar, transferir, invertir y/o endeudarse desde cualquier smartphone. El proceso de digitalización del dinero no sólo ha reconfigurado a un ritmo sin precedentes el paisaje global del sistema financiero, sino también la vida financiera cotidiana de los individuos y los hogares. En la actualidad, las formas en las que las personas y las familias se incorporan y/o participan del mercado financiero depende estrechamente de la configuración de los dineros e infraestructuras financieras digitales.
Este tema se orienta al análisis del proceso de digitalización financiera, con un especial interés por la configuración que adquiere en la Argentina. Se concentra tanto en la reconfiguración de las organizaciones, dispositivos y productos financieros digitales (en especial, aquellos orientados a las personas y las familias); en los cambios en las regulaciones, programas y políticas públicas que promueven, controlan y/o contienen la digitalización financiera; como en las transformaciones de los repertorios financieros de los individuos y los hogares a partir de la incorporación de monedas y/o aplicaciones financieras digitales y su impacto sobre las culturas monetarias de individuos y grupos. En sus distintas dimensiones, este tema busca comprender de qué modo la digitalización financiera y sus impactos diferenciales se vinculan con desigualdades sociales, culturales, territoriales, generacionales y/o de género.
Los procesos de polarización y conflicto en América Latina transformaron nuestra vida cotidiana. En especial, la polarización “desde abajo”, es decir a partir de los resortes político‐culturales que operan en la sociedad. Este tema se centra en detectar los actores, procesos y coyunturas que refuerzan, pero también que mitigan la polarización. Un ejemplo de estos resortes son los medios de comunicación y los usos de las redes sociales. Así, por ejemplo, interesa comprender de qué modo la digitalización acelerada de facetas y procesos que antes del coronavirus se tejían en la presencialidad condicionarán nuevas formas de consumo informativo y de qué manera esos consumos impactarán sobre la producción de las noticias.
Este tema se enfoca en los factores que refuerzan y mitigan la polarización política en América Latina con el fin de contribuir a mejorar la calidad del espacio público (digital y no digital) y la democracia en América Latina a través de dos vías. Colaborar con estrategias de advocacy que traten de lograr consensos amplios en contextos de polarización y contribuir a plantear en el espacio público temas o grupos que luchan por la justicia social invisibilizados o marginados por contextos de alta polarización.
Este tema aborda desde una perspectiva teórica la problematización de los sistemas DAP (datos, algoritmos, plataformas) y biopolítica de los públicos, la economía política de la digitalización, la teoría de la “mediatización profunda”; la teoría de sistemas y sociología de los sistemas sociotécnicos complejos. También el pensamiento sistémico, y en particular el pensamiento sistémico del riesgo y de la seguridad, en sistemas (bio) socio técnicos complejos. Otro que se aborda es la gobernanza de la Inteligencia Artificial y sus tres escalas. También contará con enfoques transversales: la dimensión jurídica y la dimensión de la protección y la seguridad sistémicas, la complementariedad entre ética de la IA y pensamiento sistémico y la investigación de accidentes e incidentes de la digitalización.
Este tema se propone analizar las posibilidades que abre la economía digital para América Latina. En primer lugar, indaga en la aparición de empresas de la economía digital en América Latina, específicamente en el surgimiento y expansión de “unicornios” en América Latina, empresas que se encuentran en la frontera de las tecnologías digitales, que invierten activamente en I+D y, dado su tamaño y rentabilidad, podrían ser actores relevantes de una estrategia de desarrollo.
Segundo, pone el foco en la creciente transabilidad de los servicios vinculada a la economía digital y la posible deslocalización del empleo en esos sectores abriendo nuevas posibilidades de inserción en cadenas globales de valor, en este caso basadas en servicios (digitales).
En tercer lugar, en cuáles son los efectos de la economía digital sobre el mundo del trabajo en Argentina. A nivel general, se acrecienta la polarización entre trabajos menos y más calificados. Los primeros enfrentan malas condiciones laborales y el abaratamiento creciente de la tecnología que los reemplaza, mientras que los segundos se vinculan a la creación de nuevas tecnologías por lo cual se encontrarían, al menos en el corto y mediano plazo, a resguardo. En ambos casos también es relevante la tensión entre las nuevas tecnologías, la relación asalariada y los derechos laborales desde la especificidad local. En relación a los procesos de trabajo atravesados por las tecnologías digitales debemos diferenciar los efectos de la automatización, la robotización, la digitalización y las plataformas, así como la creciente injerencia de la inteligencia artificial en tanto constituyen aspectos diferentes de la influencia del cambio tecnológico en el mundo del trabajo.